La Mayor Declaración De Amor Es La Que No Se Hace El Hombre Que Siente Mucho Habla Poco

El amado puede no ser consciente del profundo y fuerte afecto romántico del admirador, o puede rechazarlo conscientemente. El diccionario Merriam Webster Online define «no correspondido» como «no correspondido o devuelto en especie». El amor, la felicidad, la amistad, el éxito, el trabajo, el ingenio… son los grandes temas que mueven el mundo y en los que todos queremos triunfar.

—Todo eso está muy bien, Eriximaco, dijo Alcibíades; pero querer que un hombre ebrio dispute en elocuencia con gente comedida y de sangre fría, sería un partido muy desigual. Además, querido mío, ¿crees lo que Sócrates ha dicho antes de mi carácter celoso, o crees que lo contrario es la verdad? Porque si en su presencia me propaso a alabar a otro que no sea él, ya sea un dios, ya un hombre, no podrá contenerse sin golpearme. Quizá, Sócrates, he llegado a iniciarte hasta en los misterios del amor; pero en cuanto al último grado de la iniciación y a las revelaciones más secretas, para las que todo lo que acabo de decir no es más que una preparación, no sé si, ni aún bien dirigido, podría tu espíritu elevarse hasta ellas. Ya sabes que la palabra poesía tiene numerosas acepciones, y expresa en common la causa que hace que una cosa, sea la que quiera, pase del no-ser al ser, de suerte que todas las obras de todas las artes son poesía, y que todos los artistas y todos los obreros son poetas. —Un gran demonio, Sócrates; porque todo demonio ocupa un lugar intermedio entre los dioses y los hombres.

Qué Razón Tenía Platón

—Tener una opinión verdadera sin poder dar razón de ella; ¿no sabes que esto, ni es ser sabio, puesto que la ciencia debe fundarse en razones; ni es ser ignorante, puesto que lo que participa de la verdad no puede llamarse ignorancia? La verdadera opinión ocupa un lugar intermedio entre la ciencia y la ignorancia. Voy a intentar daros a conocer el poder del Amor, y queda a vuestro cargo enseñar a los demás lo que aprendáis de mí. Pero es preciso comenzar por decir cuál es la naturaleza del hombre, y las modificaciones que ha sufrido. Esto sería bueno, si no hubiese más Amor que uno, pero como no es así, hubiera sido mejor decir antes cuál es el que debe alabarse.

Pero cuando habla seriamente y muestra su interior al fin, no sé si otros han visto las bellezas que encierra, pero yo las he visto, y las he encontrado tan divinas, tan preciosas, tan grandes y tan encantadoras, que me ha parecido imposible resistir a Sócrates. Creyendo al principio que se enamoraba de mi hermosura, me felicitaba yo de ello, y teniéndolo por una fortuna, creí que se me presentaba un medio maravilloso de ganarle, contando con que, complaciendo a sus deseos, obtendría seguramente de él que me comunicara toda su ciencia. Por otra parte, yo tenía un elevado concepto de mis cualidades exteriores. Con este objeto comencé por despachar a mi ayo, en cuya presencia veía ordinariamente a Sócrates, y me encontré solo con él. Es preciso que os diga la verdad toda; estadme atentos, y tú, Sócrates, repréndeme si falto a la exactitud. Quedé solo, amigos nidos, con Sócrates, y esperaba siempre que tocara uno de aquellos puntos, que inspira a los amantes la pasión, cuando se encuentran sin testigos con el objeto amado, y en ello me lisonjeaba y tenía un placer.

Sobre El Autor De Qué Razón Tenía Platón

Mientras la razón del hombre siga siendo falible, y tenga libertad para ejercerla, se formarán opiniones diferentes. Mientras subsista la conexión entre su razón y su amor propio, sus opiniones y sus pasiones tendrán una influencia recíproca entre sí; y las primeras serán objetos a los que se adherirán las segundas. La diversidad de las facultades de los hombres, de la que proceden los derechos de propiedad, no es menos un obstáculo insuperable para la uniformidad de los intereses. [newline]La protección de estas facultades es el primer objeto del gobierno. El amor no correspondido o unilateral es el amor que no es abiertamente correspondido o entendido como tal por el amado.

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—Es, como dije antes, una cosa intermedia entre lo mortal y lo inmortal. —entonces el Amor carece de belleza, y si lo bello es inseparable de lo bueno, el Amor carece también de bondad. Primeramente, el Amor es el amor de alguna cosa; en segundo lugar, de una cosa que le falta.

Pero en el momento que este dios nació, del amor a lo bello emanaron todos los bienes sobre los dioses y sobre los hombres. He aquí, Fedro, por qué me parece que el Amor es muy bello y muy bueno, y que además comunica a los otros estas mismas ventajas. «Pausanias ha empezado muy bien su discurso, pero pareciéndome que a su ultimate no lo ha desenvuelto suficientemente, creo que estoy en el caso de completarlo. —Tales fueron, mi querido Fedro, y vosotros que me escucháis, los razonamientos de Diotima. Ellos me han convencido, y a mi vez trato yo de convencer a los demás, de que, para conseguir un bien tan grande, la naturaleza humana difícilmente encontraría un auxiliar más poderoso que el Amor. En cuanto a mí, honro todo lo que a él se refiere, le hago objeto de un culto muy specific, le recomiendo a los demás, y en este mismo momento acabo de celebrar, lo mejor que he podido, como constantemente lo estoy haciendo, el poder y la fuerza del Amor.

—A fe que sería bien pobre mi memoria, Agaton, replicó Sócrates, si habiéndote visto presentar en la escena, con tanta seguridad y calma, rodeado de comediantes, y recitar tus versos sin la menor emoción, mirando con desembarazo a tan numerosa concurrencia, creyese ahora que habías de turbarte delante de estos pocos oyentes. —Después de lanzar la flecha, replicó Eriximaco, ¿crees que te puedes escapar? Fíjate bien en lo que vas a decir, Aristófanes, y habla como si tuvieras que dar cuenta de cada una de tus palabras. Haz cuenta que no he dicho nada, y no hay necesidad de que me vigiles, porque temo, no el hacer reír con mi discurso, de lo que se alegraría mi musa para la que sería un triunfo, sino el decir cosas ridículas. —Haré lo uno y lo otro, respondió Eriximaco, porque voy a hablar en tu lugar, y tú hablarás en el mío, cuando tu incomodidad haya pasado.

—Tu quieres hechizarme, dijo Agaton a Sócrates, y confundirme haciéndome creer que esperan mucho los presentes, como si yo fuese a decir cosas muy buenas. —Sabes, le dijo Fedro de Mirrinos, interrumpiéndole, que sigo con gusto tu opinión, sobre todo, cuando hablas de medicina; pero ya ves que hoy todos se presentan muy racionales. —Eres muy burlón, replicó Agaton, pero ya examinaremos cuál es mejor, si la sabiduría tuya o la mía; y Baco será nuestro juez. Miré para atrás y vi que Sócrates no me seguía, y entonces dije a Agaton que yo mismo había venido con Sócrates, como que él period el que me había convidado. En este momento, el duque se fija en Brabantio, que cree que su hija ha sido corrompida con pociones mágicas porque, según él, nunca se casaría voluntariamente con un hombre como ella.

Mi experiencia de médico me ha probado perfectamente, que el exceso en el vino es funesto al hombre. Evitaré siempre este exceso, en cuanto pueda, y jamás lo aconsejaré a los demás; sobre todo, cuando su cabeza se encuentre resentida a causa de una orgía de la víspera. —Sígueme, pues, y cambiemos el proverbio, probando que un hombre de bien puede ir a comer a casa de otro hombre de bien sin ser convidado.